La mayoría de estudios relacionados al periodo de vida de los mosquitos coinciden que esta entre 30 y 35 días bajo ciertas condiciones, se estima que la vida media para las hembras del es de 8 a 15 días pudiendo extenderse en algunos casos hasta los 18 días y para los machos de 3 a 6 días en su vida adulta, esta se ve afectada probablemente por la exposición a patógenos, depredadores, humedad, precipitación, temperatura y a otros factores ambientales que no han sido analizados a profundidad limitando el estudio de su comportamiento, el periodo de vida para las hembras es de alrededor de 30 días, estas podrían tener una media de vida de al menos 50% y para los machos es de 20 días o sea 30% tomando en cuenta el periodo de reproducción o fase acuática que es entre 10 y 12 días en condiciones favorables, la dispersión del mosquito adulto se da en una circunferencia de aproximadamente 30 a 75 metros del lugar de nacimiento y generalmente también del primer contagio, se estima que una hembra raramente visitara más de 2 0 3 casas durante su vida, tomando como base esta información no entendemos porque los cercos epidemiológicos se realizan a 300 metros alrededor de un caso positivo según normas de vigilancia y datos de la OPS y de otras autoridades sanitarias, la falta de capacitación, la desactualización de las estrategias de prevención y control del vector contribuye a la propagación del virus en nuestras comunidades, saturando los sistemas de salud en la mayoría de los países afectados, llegando a causar la muerte en algunos casos, es necesario que los gobiernos den un giro de 180 grados y replanteen las estrategias e implementen herramientas tecnológicas en la lucha contra el vector esta será la única manera que podrán llevar la vigilancia epidemiológica a otros niveles y enfrentar las arbovirosis en mejores condiciones, es necesario que dichas estrategias fomenten la disminución de las intervenciones con químicos como la aplicación de larvicidas en los depósitos de agua (pilas y barriles entre otros) y de las fumigaciones masivas en las comunidades ya que si bien es cierto eliminan una parte de los vectores también eliminan otras poblaciones de insectos depredadoras de mosquitos como las arañas, las libélulas en fase larvaria y adulta , algunas aves y pequeñas lagartijas entre otros que mantienen los ecosistemas estables, estas poblaciones al ser eliminadas no se reponen tan rápidamente como los mosquitos, favoreciendo la reproducción del vector, además de ser una medida poco efectiva y onerosa ya que además de los insecticidas, los equipos (bombas nebulizadoras) y vehículos necesitan de combustible (gasolina) y diésel sumado al recurso humano hacen que esta actividad impacte enormemente en los presupuestos gubernamentales sin resultados significativos, volviéndose un círculo vicioso del que no podremos escapar si no implementamos los cambios a corto y mediano plazo.